E-maill del 22-02-07
En Shanghai y por la autopista a la que voy a trabajar, hay una columna o pilar revestida con un dragón de metal impresionante. A mí me llamó la atención desde el primer día que pasé por allí y pregunte a los chinos con los que estoy el por qué de esa columna.
Cuenta la leyenda, que hace 7 años cuando construyeron la autopista, les resultaba imposible perforar para cimentar el pilar. En seguida, entre los vecinos y población, corrió el rumor de que estaba sepultado un dragón que todavía no había muerto y estaba dormido. Por lo visto se reparten por toda china. El tema fue tan serio que se paralizaron las obras y las autoridades locales llamaron a un mago par quitar energía al dragón moribundo y ayudarle a terminar su vida.
Una noche de año nuevo, el mago, por orden de las autoridades, realizó el hechizo, mientras todo Shanghai y toda China, celebraba con petardos y fuegos artificiales la llegada del año del caballo. Después del año nuevo chino se retomaron las obras y el terreno pudo ser perforado para cimentar el pilar.
La noticia se difundió por todo Shanghai y la gente quiso conocer y homenajear al mago. Se dice que cuando un mago arranca la energía de un dragón, el mago pierde poder y salud y se va debilitando a medida que va exterminando dragones.
Cuando quisieron dar con el mago, éste llevaba sin vida más varios dias en su casa de los suburbios de Shanghai. Por lo visto más de un dragón se cruzó en su vida, antes de que esta terminase.
Ohhhh! Qué historia!
La verdad es que la mitología y filosofía, que envuelven al país, son la leche e inspiran bastante, para que se te vaya la olla. Luego se acaba la magia cuando ves a un chino comer o cuando revulgitan sus flemas en la boca y te la tiran a 1 cm de tus zapatos. Son la leche los chinos, y las chinas!, como escupen por todos los lados, los cabrones! A veces también parecen dragones cuando rugen sus esputos.
El año que comienza es el año del cerdo, mal año para las bodas, pero bueno para los negocios. El caso es que aquí, se pasan todas las semana tirando petardos y fuegos artificiales desde las 8 de la mañana, hasta la noche. Pero hay dos noches en las que los 20 mill. de habitantes estimados en Shanghai, se ponen de acuerdo para tirar petardos, una de esas noches fue hace 3 dias. Yo me junte con unos españoles de la Oficina comercial y compramos tracas de 15.000 petardos. Impresionante de verdad, Shanghai a las 12 de la noche parecía Vietnam, humo y pólvora por cada rincón de la ciudad. Luego fuimos al templo de Buda de Jade, donde los chinos van a hacer ofrendas, quemar incienso y poner velorrios. Es muy curioso que las ofrendas y el culto, en muchas religiones como católica y ortodoxa y budista, se parecen mucho, el mismo motivo, pero protagonistas diferentes.
Luego salimos a quemar la noche Shanghainesa, por si no estaba quemada lo suficiente. Y aquí amigos, llega la parte mala. En china el GARAFOOON, se escribe con mayúsculas y la resaca en negrilla y subrayada. Porque amigos míos, que resaca tuve, que mal, no sé los viajes que pude hacer al baño de mi casa. Y cuando me atreví a beber agua, el tema empeoró. Tuve que cancelar mi clase de chino y el socio de la empresa chino, se presento con más gente a traerme una planta de año nuevo y colocarme carteles y cenizas a la puerta de mi casa, para recibir bien el año. Muy folclórico todo, y yo en calzoncillos y cara de susto, viendo como echaban de casa a los malos espíritus. Otra situación de chiste en Shanghai.
Bueno gente, os voy a dejar. Hoy me toca día tranquilo, estudiar un poco y trabajar, aunque la cosa esta por aquí muy parada, hasta el lunes.
Esto de vivir sólo esta bien, pero esta casa se hace grande y los ratos de estar más solo que la una, son inevitables. Es la parte fea de venirse tan lejos, pero, uno ya se empieza a acostumbrarse, teniendo en cuenta que quedar con un grupo de gente en una ciudad de este tamaño, es todo un triunfo cuando se hace realidad.
Un abrazo, gente. Uno grande, muy grande.
Y cuidadín con los dragones!
Quique.
Cuenta la leyenda, que hace 7 años cuando construyeron la autopista, les resultaba imposible perforar para cimentar el pilar. En seguida, entre los vecinos y población, corrió el rumor de que estaba sepultado un dragón que todavía no había muerto y estaba dormido. Por lo visto se reparten por toda china. El tema fue tan serio que se paralizaron las obras y las autoridades locales llamaron a un mago par quitar energía al dragón moribundo y ayudarle a terminar su vida.
Una noche de año nuevo, el mago, por orden de las autoridades, realizó el hechizo, mientras todo Shanghai y toda China, celebraba con petardos y fuegos artificiales la llegada del año del caballo. Después del año nuevo chino se retomaron las obras y el terreno pudo ser perforado para cimentar el pilar.
La noticia se difundió por todo Shanghai y la gente quiso conocer y homenajear al mago. Se dice que cuando un mago arranca la energía de un dragón, el mago pierde poder y salud y se va debilitando a medida que va exterminando dragones.
Cuando quisieron dar con el mago, éste llevaba sin vida más varios dias en su casa de los suburbios de Shanghai. Por lo visto más de un dragón se cruzó en su vida, antes de que esta terminase.
Ohhhh! Qué historia!
La verdad es que la mitología y filosofía, que envuelven al país, son la leche e inspiran bastante, para que se te vaya la olla. Luego se acaba la magia cuando ves a un chino comer o cuando revulgitan sus flemas en la boca y te la tiran a 1 cm de tus zapatos. Son la leche los chinos, y las chinas!, como escupen por todos los lados, los cabrones! A veces también parecen dragones cuando rugen sus esputos.
El año que comienza es el año del cerdo, mal año para las bodas, pero bueno para los negocios. El caso es que aquí, se pasan todas las semana tirando petardos y fuegos artificiales desde las 8 de la mañana, hasta la noche. Pero hay dos noches en las que los 20 mill. de habitantes estimados en Shanghai, se ponen de acuerdo para tirar petardos, una de esas noches fue hace 3 dias. Yo me junte con unos españoles de la Oficina comercial y compramos tracas de 15.000 petardos. Impresionante de verdad, Shanghai a las 12 de la noche parecía Vietnam, humo y pólvora por cada rincón de la ciudad. Luego fuimos al templo de Buda de Jade, donde los chinos van a hacer ofrendas, quemar incienso y poner velorrios. Es muy curioso que las ofrendas y el culto, en muchas religiones como católica y ortodoxa y budista, se parecen mucho, el mismo motivo, pero protagonistas diferentes.
Luego salimos a quemar la noche Shanghainesa, por si no estaba quemada lo suficiente. Y aquí amigos, llega la parte mala. En china el GARAFOOON, se escribe con mayúsculas y la resaca en negrilla y subrayada. Porque amigos míos, que resaca tuve, que mal, no sé los viajes que pude hacer al baño de mi casa. Y cuando me atreví a beber agua, el tema empeoró. Tuve que cancelar mi clase de chino y el socio de la empresa chino, se presento con más gente a traerme una planta de año nuevo y colocarme carteles y cenizas a la puerta de mi casa, para recibir bien el año. Muy folclórico todo, y yo en calzoncillos y cara de susto, viendo como echaban de casa a los malos espíritus. Otra situación de chiste en Shanghai.
Bueno gente, os voy a dejar. Hoy me toca día tranquilo, estudiar un poco y trabajar, aunque la cosa esta por aquí muy parada, hasta el lunes.
Esto de vivir sólo esta bien, pero esta casa se hace grande y los ratos de estar más solo que la una, son inevitables. Es la parte fea de venirse tan lejos, pero, uno ya se empieza a acostumbrarse, teniendo en cuenta que quedar con un grupo de gente en una ciudad de este tamaño, es todo un triunfo cuando se hace realidad.
Un abrazo, gente. Uno grande, muy grande.
Y cuidadín con los dragones!
Quique.